CALABAZA SIN AZÚCARES AÑADIDOS
PLATOS CON MERMELADA DE CALABAZA
La mermelada de calabaza tiene un sabor suave y ligeramente especiado que combina muy bien en recetas tanto dulces como saladas. Aquí tienes algunas ideas para disfrutarla:
Tostadas, panecillos y galletas: Es deliciosa en tostadas de pan integral o con un toque de mantequilla en panecillos y galletas. Su sabor especiado hace que combine bien con pan rústico o con nueces.
Relleno de repostería: Usa la mermelada de calabaza para rellenar empanadas, bizcochos o tartaletas. Su sabor y textura son ideales para tartas otoñales, y puedes añadirle un toque de canela o jengibre para realzar el sabor.
Acompañamiento para quesos: Va especialmente bien con quesos cremosos y suaves como el queso de cabra o el brie, e incluso con quesos más fuertes como el azul. En una tabla de quesos, aporta un sabor suave y aromático que equilibra el conjunto.
Marinados para carnes: Mezcla la mermelada de calabaza con un poco de mostaza o vinagre balsámico para crear un marinado perfecto para carnes como el cerdo o el pollo. Al cocinarse, esta mermelada se carameliza y aporta un sabor dulce y especiado.
Para untar en desayunos: Mézclala con yogur natural, añade nueces y granola. Es una excelente opción de desayuno otoñal, rica y aromática.
Topping para helados y crepes: Úsala como cobertura en helados o crepes. Puedes agregar un toque de nuez moscada para intensificar el sabor otoñal de la calabaza.
Salsas para pastas o ensaladas: Mezcla la mermelada de calabaza con un poco de vinagre y aceite de oliva para hacer una vinagreta que acompañe bien a ensaladas de espinacas, nueces y queso feta. También funciona en pastas, como toque dulce en salsas cremosas.
La mermelada de calabaza es una opción deliciosa y versátil para cualquier estación, pero destaca especialmente en recetas de otoño por su sabor cálido y especiado.